Detrás de
la parafernalia de los hoteles cinco estrellas y el mar color turquesa, la
ciudad de Cancún, ubicada en el municipio de Benito Juárez, Quintana Roo, esconde
una sociedad atrasada en servicios, en cultura y tecnología.
Estadísticas
de la asociación civil a nivel nacional, Imagina México, señalan cinco
problemas principales en Cancún, la recolección de basura, el alumbrado
público, la falta de seguridad, el estado de las calles y la poca oferta
cultural. La asociación arroja que en general, los cancunenses están “poco
satisfechos” con esos cinco rubros, siendo los más marcados los servicios de
alumbrado público y la falta de seguridad en la ciudad.
El agua
potable también es un sueño. Las pocas casas que cuentan con un tinaco deben
pagar pipas que llegan cada tres días a precios que van de 100 a 200 pesos. Los
demás sacan el líquido de una cadena de pozos que están diseminados por la
colonia, lo cual representa un riesgo de salud, como lo ha reconocido el
gobierno municipal, debido a que los mantos
Basta con
abrir la llave para que el agua llegue a la mayoría de los hogares en el
municipio; sin embargo, el 11.6% de la población menor de edad de Benito Juárez
carece de este servicio. Datos del Semáforo Nacional de los Derechos de la
Infancia de la Organización para el Desarrollo Social y la Educación para Todos
A.C. (Odisea), indican que en el municipio existen 25 mil 730 menores de edad
que no cuentan con agua en sus hogares.
Otra de
la problemáticas que ocasionan los asentamientos irregulares es la
contaminación del manto frenético que por carecer de drenaje y agua
entubada, se construyen pozos para extraer agua y utilizarla para limpieza
del hogar, personal y en algunos casos ingerirla y usan los cenotes como
depósito de heces fecales.

Como en otras colonias irregulares aledañas, la mayoría de su
población, cerca de 3 mil personas, carece de luz eléctrica. Los habitantes
carecen de energía eléctrica regularizada, escuelas, seguridad pública y
servicios de salud al vivir en zonas irregulares. Son cerca del 22% de la
población quienes viven en asentamientos irregulares en Cancún, lo que quiere
decir que dos de cada 10 personas viven en dichos lugares y eso implica no
tener luz regularizada, no tener acceso a escuelas, no tener seguridad pública,
no tener servicio de salud que es igual a vivir al margen del ejercicio de
todos los derechos; es decir, vivir en una ciudad sin ser ciudadano y eso es un
problema grave en el país.
La mayor parte de los asentamientos irregulares se encuentra en el polígono cuatro, dentro del Ejido Alfredo V. Bonfil, por la parte de la carretera federal a Mérida, así como en Cuna Maya, Rancho Viejo y Franja Ejidal, según las autoridades en esos lugares habitan 200 mil personas y son reconocidos como tal 156. El común denominador de sus habitantes es gente de escasos recursos que proviene de zonas marginadas dentro de sus estados de origen y continúan ese estilo de vida con casas de material endeble con pisos de tierra, calles sin pavimentar, no tienen los servicios de agua potable, drenaje y menos energía eléctrica.
Estadísticas de la asociación civil a nivel nacional, Imagina México, señalan cinco problemas principales en Cancún, la recolección de basura, el alumbrado público, la falta de seguridad, el estado de las calles y la poca oferta cultural. La asociación arroja que en general, los cancunenses están “poco satisfechos” con esos cinco rubros, siendo los más marcados los servicios de alumbrado público y la falta de seguridad en la ciudad.
En Quintana Roo casi ocho personas de cada 10 son usuarios del servicio de telefonía celular, mientras que seis de cada 10 hogares tienen TV de paga. Con esas cifras, la entidad quintanarroense se ubica en segundo lugar en usuarios de celular y hogares con TV paga a nivel nacional, que la ubican entre los estados con alto nivel de comunicación.
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